A lo hecho, pecho

Hace algún tiempo un amigo erudito me comentó que la expresión nacía para alertar a las doncellas de que en caso de dejarse mancillar, el resultado de sus actos sería tener que darle el pecho a la nueva criatura. He intentado confirmar la génesis de la cita y no lo he logrado, por lo que no tengo alternativa a la propuesta de mi amigo aunque a mi me parezca bastante misógina y pazguata.

Obviamente se aplica a situaciones en las que no queda más remedio que asumir las consecuencias de nuestros actos, por incómodas que estas sean. De alguna forma intenta transmitirnos que si nos hemos equivocado, lo mejor es aceptarlo con entereza y gallardía.

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