cabalero

Poco sutil es la diferencia de trato con el cabalero.

1. adj. Hues. Dicho de un hijo de familia: Que no es heredero. U.t.c.s.

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Showing 7 comments
  • Javier

    Si se me permite voy a dar mi opinión al respecto.
    Desconozco los motivos que le han llevado Miguel (Si ese es su verdadero nombre) a dar una opinión tan agresiva en este Blog.
    Lo que si conozco es la trayectoria profesional del señor Castelo (siempre en progresión) y, a veces en exceso, su marcada humildad.
    Mientras todo va bien y sacamos tajada del asunto, todo es maravilloso y el que ha parido, generado, impulsado el proyecto y pagado las nóminas de muchas personas es, en esos momentos, “cojonudo”, así de expresivos nos gusta ser cuando queremos ensalzar a alguien.
    Nunca pensamos en el valor que ha tenido para, a riesgo de sus horas de sueño, tiempo con su familia o la comodidad de un trabajo para un tercero bien remunerado (si de verdad conoce al señor Castelo, sabrá que era un profesional bien remunerado antes de crear sus empresas), emprender –esa palabra tan de moda hoy- no una, si no tres empresas que se mantuvieron durante bastantes años gracias al esfuerzo del señor Castelo y de los trabajadores que la integraban.
    Es muy fácil criticar los fracasos de los demás. ¿Acaso usted es perfecto y nunca ha fracasado?. Si es así, enhorabuena y le pido disculpas, sin duda estoy hablando con un genio, pero le recuerdo que incluso los genios han fracasado varias veces hasta conseguir el éxito, ese es su principal valor, la perseverancia. Pensar lo contrario nos lleva a La soberbia que es, tal vez, una de las formas de expresión más refinadas que tiene la estupidez.
    Yo prefiero que me acusen de haberlo intentado (y en el caso del Señor. Castelo, haberlo conseguido) y después fracasado (aunque fracaso no sería la expresión más adecuada), que de no hacer nada, salvo criticar.
    Veo que es también desconocedor de lo difícil que es que te publiquen un libro en este pais y en estos momentos. Es casi tan difícil como que te toque la lotería (aunque ya sabemos que hay mucha gente que prefiere esforzarse en rellenar un boleto de lotería antes que trabajar).
    Si fuera conocedor de lo difícil que es, es mas, si es usted capaz tan solo de escribir un libro, le invito a la aventura de intentar que se lo publiquen, cualquier editorial, y no una de renombre como la que va a publicar el libro del señor Castelo. Nuevamente, si ya lo ha hecho o está capacitado para hacerlo, le pido disculpas de nuevo y de paso le confieso que yo no lo soy. No soy capaz de escribir un libro, de que me lo publiquen, de crear tres empresas de éxito, de pagar las nóminas de muchas personas y de asumir, con la misma entereza que se asume el éxito, el fracaso, aunque este sea temporal.
    Gracias por su tiempo.

    • mcastelor

      Javier, gracias por tu apoyo y amistad. En los buenos momentos y en los mejores.

  • Miguel

    Sigo sin entender cómo una persona que en su vida se ha dedicado profesionalmente a dar conferencias sobre este tipo de temas se presente como un gurú ofreciendo “cursos panacea”. Y qué decir tiene que intente publicar un libro sobre cómo vender cuando ha sido una persona que se ha cargado literalmente sus anteriores empresas por ese egocentrismo que le caracteriza.
    Un poco más de humildad es lo que hace falta…

    • mcastelor

      Miguel, estoy de acuerdo contigo en que cuando una empresa cierra, la mayor responsabilidad es de sus directivos. Quizás también algo tuve que ver con el desarrollo de las empresas que dirigí a lo largo de más de 30 años (hasta el año 2013 ninguna de ellas, ni siquiera la primera que había fundado con 21 años, se había visto obligada a cerrar mientras yo trabajaba en ellas), lo que no excusa los errores cometidos; no han sido escasos, ni menores.

      No reniego de las experiencias amargas (que sin duda me han enriquecido) y creo que no sería malo valorar más positivamente los errores. Sólo quienes se atreven y quienes lo intentan pueden ser criticados por sus equivocaciones, pero esos intentos pueden ser el germen de nuevos escenarios o simplemente la guía para que otros no los cometan. Si no somos capaces de asumir riesgos (y la alta probabilidad de equivocarnos con ellos) quiere decir que no estamos preparados para crear nada nuevo. En esto coincide la agencia editorial a la que he cedido los derechos de explotación de mí obra; Thinking Heads, empresa precisamente no falta de prestigio internacional, ni de capacidad de elección de sus representados.

      Por otra parte, no veo que haya puesto por ningún sitio que sea un gurú. Incluso en mi eslogan la primera palabra es “aprendedor”. El pasado lunes publiqué una entrada en la que subrayaba el nivel de aprendiz del firmante y hoy mismo una con la de aficionado. Te invito a leerlas. Pero ya que has abierto la caja, aprovecho para comentar algo que de otra forma sólo guardaría para mí y mis clientes. De los casi 200 alumnos que han pasado por mis talleres, desde que he añadido la pregunta a mis encuestas, el 47,54% afirman que es el mejor que han hecho nunca, de cualquier temática. El 52,46% restante que está entre los mejores.

      La acusación de egocentrismo y ausencia de humildad son percepciones personales (de las que discrepo, porque no son ciertas) que podría intentar refutar si supiera quién eres, porque o mucho me falla la memoria o no nos conocemos. Por lo menos con el nombre y apellido con los que firmas tu comentario.

      En todo caso, agradezco la oportunidad que me has dado de aclarar algunos aspectos que el pudor no me permitiría y que hayas invertido unos minutos de tu vida en valorar mí trabajo.

      Saludos.

    • Christian

      Al escribir este comentario tengo que lamentar 2 cosas:
      1. Lamento escribir 4 semanas tarde (mi bebé estuvo internado en el hospital, y obviamente estuve desconectado del mundo).
      2. Lamento haber leído un post tan absurdo como el de Miguel (si ese es su nombre).

      Miguel, lo que dices es una difamación gratuita que evidencia que no tienes la menor idea de quien es Marcelo Castelo.

      Tal vez Miguel deberías (con un mínimo de decencia) preguntar a todos los clientes, las autoridades, los empresarios, los periodistas, los directivos, los empleados, los alumnos, y todos los que han tenido relación con Marcelo a lo largo de más de 30 años, dentro y fuera de España. Todos los que lo conocen tienen un concepto elevadísimo de él como persona, y un respeto profesional del más alto nivel. Date el trabajo, Miguel, de preguntárselo a cualquiera de ellos, y si no quieres hacerlo y comentas delante de uno de ellos lo mismo que has escrito aquí, lo que puedes esperar es recibir una mirada de enfado, e inmediatamente oirás que tratando de contenerse y ser pacientes te dirán:
      “pero, ¿tú tienes una mínima idea de quién es la persona de la que estás hablando?”.

      Ahora bien, si Miguel no tiene idea de quién es Marcelo, ¿por qué escribió eso? Es conocido que en casi toda empresa de cualquier parte del mundo, siempre hay algún resentido (que tal vez fue amonestado o despedido por algún motivo). Usando una lógica muy básica hay 2 escenarios probables:
      Escenario 1: Miguel es directamente un resentido que ha puesto un nombre falso para lanzar la piedra y esconder la mano, o,
      Escenario 2: Miguel ha escuchado a un resentido, que lo ha convencido de lanzar una piedra en su representación.

      En cualquiera de los 2 escenarios, Miguel tus acciones reflejan que eres tú la persona indeseable, y por contra la respuesta tan elegante de Marcelo demuestra que él es grande incluso ante la sinrazón.
      Gracias Marcelo.

      • mcastelor

        Christian, después de haber trabajado cinco años juntos codo con codo tu comentario tiene para mí un significado especial. No obstante, este blog quiere centrarse en hablar de la comunicación hablada y escrita y no centrarse en persona alguna por lo que este será el último comentario sobre temas personales que publicaré.
        Muchas gracias por el comentario y un beso para tu hijo que afortunadamente ya está recuperado.

  • Javier

    Y yo pensando que soy un Caballero cuando realmente soy un CABALERO.
    Gracias por sacarme de la inopia.

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