Los siete hábitos para dejar huella al hablar en público

Personalmente no creo demasiado en técnicas infalibles que garanticen el éxito. Creo que todo el mundo utilizamos nuestras propias técnicas y, en cambio, sólo algunas personas alcanzan la excelencia.
Por contra, sí creo en los beneficios del desarrollo de buenos hábitos que nos ayuden a alcanzar propósitos concretos.
La verdad es que nunca me había parado a pensar en detalle entre las diferencias -en el caso de que las haya- entre las técnicas y los hábitos. Este artículo me ha obligado a ello, aunque no tengo claro que haya alcanzado una conclusión muy ortodoxa.
A mí modo de ver una técnica es un procedimiento que hace que hagas las cosas de una manera concreta. En cambio un hábito es un modo de proceder, en muchas ocasiones mecánico, que hace que hagamos algo sin una gran reflexión intelectual.
Dicho de otro modo, el hábito es la decisión de afeitarte todos los días entre la puesta de la máquina de café y la ducha. La técnica es cómo me afeito, es decir, lo que logra que sea más o menos eficiente haciendo una cosa.
El contenido de este artículo pretende guiarnos sobre los hábitos -que no las técnicas- que debemos entrenar si queremos hacer presentaciones que dejen un impacto perenne -huella- en nuestra audiencia.
Los siete hábitos para dejar huella al hablar en público son:
  • Primero: no dejar nada al azar. No permitas que la suerte tenga un peso relevante en el desarrollo de tu conferencia. Sí cuentas con que lo que pueda suceder mal lo hará, estarás preparado para manejarte en el peor de los escenarios lo que hará que brilles en el más habitual.
  • Segundo: comienza por el final. Antes de empezar a montar tu conferencia, desde el mismo momento en que te la han encargado, piensa en lo que quieres que se lleven los oyentes para su casa. Una vez tengas respuesta a esta pregunta es cuando puedes comenzar a preparar la conferencia y no antes.
  • Tercero: aporta valor. Busca información poco conocida, novedosa y difícil de lograr y si el tema no lo permite dale un enfoque a tu conferencia que haga que el oyente se lleve una perspectiva innovadora. Este punto y el anterior te exigirán conocer lo mejor que puedas a tu auditorio.
  • Cuarto: diferénciate. Somos más de 7.000 millones de personas en este planeta por lo que es bastante ingenuo pensar que diciendo lo mismo que los demás, vistiendo de la misma forma, haciendo los mismos planteamientos, teniendo los mismos enfoques y comportándonos igual que los demás, vayamos a lograr dejar una huella en nuestros oyentes.
  • Quinto: ten en cuenta tu comunicación paraverbal y corporal. Utiliza todos los medios de comunicación a tu alcance y no sólo el verbal.
  • Sexta: crea momentos con pasión. Sobre todo haz un inicio impactante y un final apoteósico que incluya una llamada a la acción. En el desarrollo de la conferencia mantén la atención contando historias, anécdotas o chistes, pero sólo si son los demás quienes suelen reirse de ellos. Todos los recursos que utilices tendrán que tener sentido y estar perfectamente enlazados con el tema de tu conferencia.
  • Séptima: crea una obra. Mí teoría es que hablar en público es un arte escénico. Como tal creo que debemos intentar no “montar” una secuencia de transparencias y mensajes sino crear una obra que tenga sentido de principio a fin. Crea tu propia obra teniendo en cuenta el tema y la audiencia.
Una vez hagas estos hábitos tuyos, podrás desarrollar técnicas para mejorar el desarrollo de cada hábito y con ellos alcanzar la excelencia en la comunicación.
¿Qué otros hábitos crees que te permitirán dejar huella en la audiciencia?

 

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