Cómo hacer un inicio impactante IV
En este último artículo de la serie cómo hacer un inicio impactante, veremos las dos últimas maneras de secuestrar el diálogo interno de los oyentes, en los primeros veinte segundos de nuestra intervención.
Sexta: compartir algo extraordinario. En realidad lo que compartimos no tiene que ser extraordinario per se. Somos nosotros los que elevamos el comentario hasta el nivel de fuera de lo común lo que nos permite que podemos hacerlo con cualquier cosa o idea, que tenga sentido para nuestra conferencia.
Al ser el asunto un tanto etéreo, lo ilustraremos con unos ejemplos.
Ejemplo: conferencia en un congreso de telefonía. “No sé a ustedes, pero a mí estos aparatos [enseñamos un teléfono inteligente] me han cambiado la vida. Ya no me separo de él en ninguna situación [corto silencio] sobre todo desde que vienen con vibrador [hacemos un pícaro levantamiento de cejas para provocar que los oyentes imaginen alguna situación tórrida]”. De esta forma podremos defender que el móvil es un aparato que el usuario tiene a su lado las 24 horas del día.
Ejemplo: conferencia en un congreso de logística. “En esta conferencia les voy a demostrar que para una empresa de logística el tiempo no existe [enseñamos un reloj o un cronómetro, mientras hacemos un corto silencio] que en la logística lo único que existe es el proceso”. A partir de aquí podríamos ir ilustrando ejemplos que apoyen, por ejemplo, que cambiando procesos se consiguieron mejoras disruptivas.
Darle a algo cotidiano, con algún tipo de argumento plausible, el nivel de extraordinario hace que el oyente se ponga a pensar en ese asunto, iniciando el alejamiento de sus preocupaciones que es lo que nosotros queremos.
Séptima: contar una historia. “Hace muchos años, en las montañas de Lugo, había un cacique que basaba su poder económico en un gran…” ¡Ya está! ¿En qué basaba su poderío económico el cacique? ¿Por qué nos cuenta esto? ¡Quiero conocer el resto de la historia!
A todos nos gustan las historias. El conocimiento durante milenios se traspasó de generación en generación a través de historias. Cuando alguien comienza a contarnos algo queremos conocer el final e incluso nos molesta cuando alguien inicia una historia y la interrumpe. ¡ Ahora sigues !, ¡ ahora me lo cuentas !
Si empezamos nuestra intervención con una historia estaremos secuestrando el diálogo interno de los oyentes y redirigiéndolo hacia donde nosotros queramos.
Por supuesto, todos los recursos que utilicemos para crear un inicio impactante, tenemos que ser capaces de engarzarlos con nuestra exposición. En caso de que no seamos capaces de encontrar el eslabón que nos permita hacerlo no haremos nada de lo expuesto en esta serie; seguiremos las pautas tradicionales de los agradecimientos a la organización y asistentes e iniciaremos las conferencia con el más puro estilo de la normalidad. Mejor que nos posicionen entre los mediocres que entre los pedantes sin causa. Los primeros siempre tendrán otra oportunidad.
Por lo tanto, las siete manera de crear un inicio que capte la atención del auditorio en los primeros veinte segundos son: utilizando el silencio, conectando con el auditorio, señalando el pasado o el futuro, interpelando al auditorio con preguntas, comenzando con una cita, compartir algo extraordinario y contar una historia. Obviamente se pueden combinar las diferentes maneras para crear una nueva más impactante aún. Podemos iniciar con un silencio, contar una historia y en el medio de esta soltar alguna cita.
Cuando además de seguir alguna de las técnicas comentadas mostramos algún elemento físico que apoye nuestras palabras, como el móvil o el cronómetro en los ejemplos expuestos todavía tenemos más efecto.
Una derivada muy interesante son los inicios que además de secuestrar el diálogo interno del auditorio, se resuelven en el final de la conferencia; como broche final de la misma.
Por ejemplo, podemos iniciar en el congreso de logística con la aseveración de que nuestra intención es demostrar que, en contra de lo comúnmente aceptado, en nuestro sector el tiempo no existe, hilvanamos con el desarrollo de nuestra argumentación y finalizamos con un silogismo que nos permita concluir que lo importante es el proceso, no el tiempo.
¿Se te ocurren otras formas de iniciar una conferencia de forma impactante?